GNU/Linux está más integrado que nunca en nuestras vidas

Es cierto que GNU/Linux apenas tiene el 1% del mercado en los ordenadores domésticos, pero este sistema libre está muy presente en la sociedad actual, hasta un punto que ni nos imaginamos.
Empezando por los servidores de las empresas de medio mundo, donde GNU/Linux es usado por más del 70% de los mismos.
En cuanto a las supercomputadoras que utilizan algunas universidades y diversas instituciones, ese porcentaje alcanza casi el 90%
Android, un sistema operativo de código abierto para móviles basado en GNU/Linux, está creciendo de manera espectacular.
Así que, como podemos ver, el uso de GNU/Linux no se reduce a cuatro geeks que les gusta teclear cosas en el terminal, sino que poco a poco se está extendiendo, haciéndose más popular y demostrando por qué está considerado uno de los sistemas más fiables y estables del mundo.
Pero claro, donde de verdad no acaba de despegar es en el campo de los sistemas operativos de escritorio, que es donde realmente un sistema se hace verdaderamente popular (con permiso de los móviles). Este es el campo más complidado de asaltar, debido a la gran cantidad de prejuicios que existen contra GNU/Linux (dificultad de uso, incompatibilidades etc), y también por la posición de monopolio que ejerce una empresa que no hace falta ni siquiera nombrar.
Pero yo me remito a los hechos, y la realidad es que GNU/Linux es un sistema operativo completamente válido para cualquier ámbito. Las empresas que han trabajado con este sistema (Google, Canonical, IBM etc) saben bien que su capacidad de adaptación es virtualmente ilimitada, gracias a ser software libre.
Pero esto no se queda sólo en GNU/Linux en particular, sino que afecta al software libre en general.
Es muy común que la gente use aplicaciones libres sin ni siquiera saber lo que realmente significa “software libre”. Los ejemplos más claros los tenemos con el uso de algunos navegadores, Firefox o Chrome (o mejor, Chromium, o mejor aún, Iron).
Hay un ejemplo que me ha parecido fascinante, leído en un blog hace poco.
Parece ser que un chico se compró un HP Touchsmart con Windows 7, pero que tenía algo “nuevo”, un software revolucionario llamado HP Quickweb.

Es cierto que GNU/Linux apenas tiene el 1% del mercado en los ordenadores domésticos, pero este sistema libre está muy presente en la sociedad actual, hasta un punto que ni nos imaginamos.
Empezando por los servidores de las empresas de medio mundo, donde GNU/Linux es usado por más del 70% de los mismos.
En cuanto a las supercomputadoras que utilizan algunas universidades y diversas instituciones, ese porcentaje alcanza casi el 90%
Android, un sistema operativo de código abierto para móviles basado en GNU/Linux, está creciendo de manera espectacular.
Así que, como podemos ver, el uso de GNU/Linux no se reduce a cuatro geeks que les gusta teclear cosas en el terminal, sino que poco a poco se está extendiendo, haciéndose más popular y demostrando por qué está considerado uno de los sistemas más fiables y estables del mundo.
Pero claro, donde de verdad no acaba de despegar es en el campo de los sistemas operativos de escritorio, que es donde realmente un sistema se hace verdaderamente popular (con permiso de los móviles). Este es el campo más complidado de asaltar, debido a la gran cantidad de prejuicios que existen contra GNU/Linux (dificultad de uso, incompatibilidades etc), y también por la posición de monopolio que ejerce una empresa que no hace falta ni siquiera nombrar.
Pero yo me remito a los hechos, y la realidad es que GNU/Linux es un sistema operativo completamente válido para cualquier ámbito. Las empresas que han trabajado con este sistema (Google, Canonical, IBM etc) saben bien que su capacidad de adaptación es virtualmente ilimitada, gracias a ser software libre.
Pero esto no se queda sólo en GNU/Linux en particular, sino que afecta al software libre en general.
Es muy común que la gente use aplicaciones libres sin ni siquiera saber lo que realmente significa “software libre”. Los ejemplos más claros los tenemos con el uso de algunos navegadores, Firefox o Chrome (o mejor, Chromium, o mejor aún, Iron).
Hay un ejemplo que me ha parecido fascinante, leído en un blog hace poco.
Parece ser que un chico se compró un HP Touchsmart con Windows 7, pero que tenía algo “nuevo”, un software revolucionario llamado HP Quickweb.
link: http://www.youtube.com/watch?v=kngAqDh1uvY&feature=player_embedded
HP Quickweb podía arrancar en unos pocos segundos, disponía de todas las herramientas necesarias para la web (nevegador, correo, Skype), y algunas otras herramientas útiles como reproductor multimedia, de imágenes etc. La simplicidad de uso y la velocidad del arranque de este software, dejó al chico tan encantado, que acabó por utilizarlo más que el Windows 7.
Resulta (por si aun no lo habéis deducido) que este maravilloso sistema, es tan sólo un Puppy Linux modificado con un kernel compilado específicamente para ese equipo. Lo que es una distro GNU/Linux de toda la vida, vaya.
Esa persona pasó de ser “windowsdependiente” a ser un usuario habitual de GNU/Linux sin darse cuenta, sin romperse la cabeza con cambios extraños y sin ningún tipo de trabajo extra, más que el adaptarse los dos primeros días a la nueva interfaz.
GNU/Linux demuestra que su falta de uso no es una cuestión de no saber, si no de no querer.
Aprovecho para destacar este movimiento maestro de HP. Si todos los fabricantes en todos los modelos de ordenadores, implementaran algo parecido, estoy seguro de que el porcentaje de usuarios que usan GNU/Linux se dispararía.
Así que si aun usas Windows o Mac, deberías darle una oportunidad a cualquier distro de GNU/Linux y descubrir un nuevo mundo de estabilidad, velocidad y diversión.
Fuente: http://www.pillateunlinux.com/gnulinux-esta-mas-integrado-que-nunca-en-nuestras-vidas/#more-11550
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